Una casa tiene que ser bonita, pero ante todo, debe tratarse de un lugar cómodo y práctico. Es por ello que la distribución de una casa tiene tanta importancia a la hora de hacer de ella un verdadero hogar.
La forma en la que están repartidas las habitaciones a lo largo del espacio disponible, e incluso los metros de cada una de ellas, influyen de manera notable en cómo aprovechamos cada rincón. Quizá por ello, los cambios de distribución son una de las reformas más habituales.
Las 7 claves para la perfecta distribución de una casa
La distribución perfecta de una casa no existe, porque cada persona tiene unas necesidades diferentes. Sin embargo, sí existen una serie de cuestiones esenciales que nos permiten determinar si el reparto de los espacios está más o menos bien hecho.
Analizar las necesidades de los habitantes
Antes de comenzar a trabajar, es importante conocer las necesidades de las personas que van a vivir en la casa. Cuántas son, cuáles son sus actividades diarias, que hobbies tienen, si les gusta recibir a familia y amigos en casa, si pasan mucho tiempo fuera o son más caseros, si trabajan desde su domicilio, etc.
Al conocer los gustos y necesidades de quienes viven en una casa, resulta mucho más sencillo diseñar una distribución que se adapte a su estilo de vida.
Flujo y circulación
Al pensar en las distribuciones de una casa nos solemos centrar en espacios importantes como la cocina, el salón o los dormitorios. Y con frecuencia nos olvidamos de esos espacios que permiten el flujo natural entre las habitaciones, es decir, el pasillo y el recibidor.
Para poder decir que estamos ante una casa bien distribuida, las zonas de paso tienen que estar equilibradas. Así que hay que evitar los pasillos estrechos que obstaculizan el movimiento, y procurar que esta zona tenga una buena iluminación.
Zonificación
En la distribución de una casa de una planta, la zonificación tiene mucho peso en el resultado final. Un reparto poco homogéneo de las estancias puede crear sensación de cierto desorden y caos.
La solución es la zonificación, que consiste en agrupar en una misma zona áreas que tengan funciones similares. Por ejemplo, poner todos los dormitorios cerca unos de otros, y separar la zona de día.
Esto influye también en la privacidad y comodidad. Si separamos bien la zona de noche de la zona de día, los dormitorios se convierten en lugares mucho más tranquilos. De esta forma, es posible estar descansando, estudiando o trabajando en ellos, sin ser molestado por el ruido procedente de la cocina o del salón.
Iluminación natural
La iluminación juega un papel fundamental en la distribución de una casa. Por eso, una buena ubicación de las ventanas puede elevar rápidamente la sensación de confort.
La clave está en intentar aprovechar al máximo la luz natural. Si, además, queremos mejorar el confort térmico (algo que no deberíamos dudar en hacer), también hay que tener en cuenta la orientación del inmueble a la hora de decidir dónde instalar las ventanas.
Flexibilidad de los espacios
El espacio disponible no siempre encaja del todo bien con las necesidades de los moradores de la casa. Es entonces cuando entra en juego la capacidad para crear espacios versátiles.
Por ejemplo, si no contamos con un espacio libre que podamos convertir en un despacho o zona de estudio, habrá que recurrir al ingenio. Lo que podemos hacer en estos casos es diseñar habitaciones más funcionales, que puedan servir como oficina durante el día y como dormitorio por la noche.
El mobiliario de diseño y a medida es la mejor solución cuando se trata de crear espacios más flexibles. Es cierto que es algo más caro, pero merece la pena hacer la inversión.
Conexión interior-exterior
Tratándose de viviendas que tienen un espacio al aire libre, como un jardín o una terraza, una buena distribución implica integrar el interior y el exterior en la medida de lo posible. Creando una transición fluida entre la estancia que da acceso al exterior y la propia parte al aire libre.
Para conseguirlo, se pueden eliminar barreras arquitectónicas, sustituyendo algunas paredes tradicionales por paredes de cristal, o conjugando la decoración de la parte interior y la exterior para que conformen un “todo”.
Aspectos técnicos
Una cuestión fundamental de la que no hay que olvidarse es de aspectos técnicos como la ubicación de los enchufes y los interruptores, la colocación de los aparatos de climatización, etc.
Estos deben estar repartidos de forma que satisfagan las necesidades de los habitantes de la casa, de manera que no sea necesario que haya demasiados cables a la vista.
La distribución de una casa varía según las necesidades y preferencias individuales. Pero si tienes en cuenta estas consideraciones que hemos visto, el resultado final será un éxito. Si necesitas ayuda profesional para reformar tu casa, ya sabes que nos tienes a tu disposición.
